Se gestó la idea de un Club de Golf en 1979. Guy Barroilet, tres veces campeón de golf de Chile, convenció a Bernardo Larraín, dueño del fundo, a construir ahí una cancha de golf. Tuvo una fundamentación muy lógica, debido a que la belleza de esas lomas iba a permitir la realización de un campo de golf de vistas espectaculares. En ese tiempo existía la necesidad que una gran cantidad de parejas jóvenes pudieran jugar golf en familia, junto a sus hijos pequeños, lo cual no era posible o se hacía muy difícil, ya que los clubes tradicionales de Santiago ya estaban copados.

La idea fue tomando cuerpo cuando paulatinamente se fue formando una cancha de nueve hoyos de singular topografía, diseñada y construida por Eduardo Costabal Zegers, inspirador de muchos campos de la época. Al cabo de pocos años, el Club se convirtió en un condominio exitoso, en el que decenas de residencias rodean una cancha reglamentaria de 18 hoyos con riego automático y ya afiliada a la Federación Chilena de Golf. Vale la pena mencionar que allí se puso en práctica lo que luego sería la fiebre inmobiliaria de los campos de golf circundados de casas y edificios.

Su rápido crecimiento fue notorio no sólo por el aumento de los socios sino, además, por la calidad del golf que empezó a jugarse ahí, principalmente entre los menores de edad.

Hoy, se ha consolidado como uno de los clubes tradicionales más destacados de nuestro país.

El Club cuenta con un Club House con restaurant, salas de estar y bar de jugadores. Los socios pueden solicitar las instalaciones para la celebración de matrimonios u otros eventos sociales.

El Club de Golf Lomas de la Dehesa cuenta con las instalaciones necesarias para la práctica del golf, tenis, gimnasio, piscina, juegos infantiles y quincho.